"The Sheriff of Fractured Jaw", "La rubia y el Sheriff" en español, con Kenneth More y Jayne Mansfield. Fue estrenada en 1958.

Una parte del rodaje se hizo en el Barranco de la Hoz, entre los pueblos de Corduente y Ventosa, una garganta surcada por el río Gallo el cual penetra en ella hasta llegar al paraje conocido como Puente de San Pedro, en el parque natural del Alto Tajo, para desembocar en ese río.

La bellísima Jayne Mansfield se paseó por Molina De Aragón y decían que algunos molineses de la época, desbordados por tanta hermosura, se quedaron tarumbas de por vida. Viendo las imágenes, no es de extrañar. Yo era muy niño pero recuerdo aquello. Belleza y clase tenía aquella estrella. ¡Y qué cuerpo!

De esta película se habló poco. Las fotos muestran el paseo del sheriff Tibbs y la rubia Kate a la orilla del Gallo, de aguas rápidas en ese tramo. El camino es la actual carretera de Torete, pueblo que se encuentra casi al final del barranco. La España de los 50. Las zonas rurales de aquel tiempo. Sus campos y sus parajes recorridos a pie por los lugareños, o en carro de mulas. El automóvil brillaba por su ausencia.

No había turistas, eran veraneantes, gentes que descendían de la tierra, que emigraron a la capital y que nos visitaban en verano. Aquellos que se iban marchando de lo que ahora se ha dado por llamar la España vaciada.

Parajes a primera vista solitarios, pero que, observándolos, se descubría vida en ellos. En este barranco en concreto, el río contenía cangrejos, que por causa de un hongo desaparecieron. Truchas todavía hay. Observando, mirando en el fondo del río, se podían ver.
A la orilla, zapateros, tijeretas les decíamos, insectos que andaban sobre la superficie del agua impulsándose de vez en cuando contra la corriente para no dejarse arrastrar por ella. Mariposillas de todos los colores revoloteaban en movimiento desigual y libélulas se mantenían en el aire como pequeños helicópteros. De hecho así les llamábamos.
Mirando al cielo, se distinguía a veces el águila real planeando en solitario. Más frecuente era ver el buitre leonado, este volando en grupo. Todo ambientado por el susurro del agua y el zumbido de chicharras y otros insectos.

Ayer me puse la película y no me extraña que mis paisanos alucinaran cuando vieran en directo tanto a la preciosa Jayne Mansfield como los paisajes de las escenas.